Es importante que la población conozca los beneficios de la vacunación y los riesgos que puede suponer para la salud incumplir el calendario vacunal. Todos los ciudadanos deben cooperar para asegurar la salud pública y evitar así la propagación de enfermedades mediante la vacunación."Al vacunarnos, no solo nos protegemos a nosotros mismo, sino a quienes nos rodean", apunta la Sociedad Española de Inmunología. Este colectivo recurre a la evidencia científica para desmentir algunos falsos mitos sobre las vacunas y evitar así que el desconocimiento ponga en peligro innecesariamente la vida de las personas.
MITO 1: "Las vacunas ya nos son necesarias. Las mejoras higiénicas y sanitarias hacen desaparecer las enfermedades infecciosas".
FALSO: Muchos microorganismos se propagan independientemente del nivel de limpieza. Es cierto, que una mejor higiene, el lavado de manos y la higienización del agua nos ayudan a protegernos de enfermedades infecciosas, pero las patologías contra las que hay vacunas volverán otra vez si se suspenden los programas de vacunación y enfermedades que ya se consideran controladas como la polio y el sarampión reaparecerán rápidamente.
MITO 2: "Las vacunas pueden causa incluso la muerte: presentan efectos adversos y efectos secundarios a largo plazo que ahora desconocemos".
FALSO: Las vacunas son seguras. Los ensayos clínicos efectuados con vacunas se realizan sobre muestras mucho más amplias de las que se emplean para los fármacos, y los seguimientos y controles de seguridad son muy exhaustivos. La mayoría de las reacciones post-vacunación son de poca importancia y pasajeras, y en raras ocasiones producen efectos secundarios graves, aunque, si ocurren, se investigan, Además, las consecuencias de no vacunarse serían mucho más graves, si se contrae la enfermedad, que los efectos de la propia vacuna. Por ejemplo, el sarampión puede causar encefalitis y ceguera, mientras que la vacuna solamente puede provocar una leve hinchazón en el punto de inyección y febrícula, sítomas que ni siquiera parecen siempre.
MITO 3: "Las enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunación están erradicadas en mi país, por lo que no hay razón para vacunarse",
FALSO: Aunque los programas de vacunación han conseguido que la incidencia de muchas enfermedades se reduzca considerablemente en determinados países, los agentes infecciosos que las causan continúan circulando en diversas partes del mundo. En un mundo globalizado, estos microorganismos pueden atravesar fronteras e infectar a cualquiera que no esté protegido. Si las tasas globales de vacunación en un país se reducen, se propagarán fácilmente los casos "importados" de enfermedades fácilmente prevenibles.
FALSO: Estas enfermedades se pueden prevenir con vacunas, no hay razón para resignarse. El sarampión, las paperas, la rubeola son graves y pueden causar complicaciones importantes en niños y adultos tales como neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea, infecciones del oído, síndrome de rubeola congénita e incluso la muerte.
MITO 5: "Administrar a un niño más de una vacuna de forma simultánea puede sobrecargar su sistema inmunitario e incrementar el riesgo de efectos secundarios."
FALSO: Cada día, los niños se exponen a cientos de e agentes externos que estimulan sus sistema inmunitario. n acto tan simple como comer introduce nuevos antígenos (sustancias reconocidas por el sistema inmunitario) en el organismo. Además numerosas bacterias viven en la nariz y en la boza. El contacto con antígenos, es con gran diferencia, muy superior cuando se sufre un resfriado común o una infección de garganta que cuando e administra una vacuna. La evidencia científica demuestra que la administración de varias vacunas al mismo tiempo tiene varias ventajas. disminuye las visitas al médico y causa menos molestias al niño.
MITO 6: "Padecer la enfermedad es la mejor forma de inmunizarse".
FALSO: Las vacunas producen en el sistema inmunitario una respuesta similar ala producida por la infección natural, pero sin riesgos y sin llegar a causar la enfermedad. El precio de inmunizarse frente a determinados agentes de un modo natural puede ser muy alto. Por ejemplo, contraer la hepatitis B puede generar cáncer de hígado, la rubeola puede ocasionar defectos congénitos, la infección por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) puede causar retraso mental, etc.
MITO 7: "Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso".
FALSO: Ninguna vacuna registrada en España contiene tiomersal, que es un compuesto orgánico ampliamente utilizado que contiene mercurio y que se añade a algunas vacunas como conservante.. Aunque en nuestro país no se emplea, no hay evidencias científicas que sugieran que la cantidad usada en las vacunas en otros países implique ningún riesgo.
Fuentes:
http://www.dmedicina.com/familia-y-embarazo/mi-nino/2015/07/08/mitos-verdades-vacunas-88448.html
http://www.msal.gob.ar/vamosacrecer/index.php?option=com_content&view=article&id=766%3A5-mitos-falsos-sobre-las-vacunas&catid=319%3Anc-vacunas-y-embarazo&Itemid=248
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