Que la fruta engorda más después de comer es un mito que todavía se escucha en algunas casas. En realidad la fruta, antes o después de las comidas, engorda lo que engorda. Y ni una caloría más.
Lo cierto es que si se toma antes ayuda a saciar la saciedad, gracias a sus alto contenido en fibra, lo que supone consumir menores cantidades de otros alimentos. Además, la fruta incita las secreciones del estómago, por lo que al tomarla en ayunas facilita la digestión de los alimentos que comamos a continuación. Además, si está sola en el estómago la fruta permanece menos tiempo en contacto con sus fuertes ácidos y sus vitaminas se aprovecharían mejor.
Por otro lado, dentro de una dieta equilibrada en la que comidas de primer y segundo plato son suficientes tomar la fruta de postre, algo que a menudo se hace más por costumbre que por seguir teniendo hambre, puede suponer que esta sea un sobrealimento; de la misma forma que lo serían un yogur o unos pasteles, aunque su aporte calórico sea menor.
Pero nuestro sistema digestivo es lo suficientemente eficiente como para aprovechar al máximo los nutrientes de cada alimento que ingerimos. Y el contenido en nutrientes en la fruta es el mismo independientemente del momento en que la consumamos; por lo tanto el metabolismo de una fruta genera siempre las mismas calorías..
Fuentes:
http://www.sabormediterraneo.com/salud/frutas-en-comidas.html
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/adulto_y_vejez/2005/05/27/142294.php
http://www.abcdietas.com/articulos/varios/fruta_comidas.html
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