"Mamá, ¿me puedo bañar ya?" ¿Cuántas veces hemos oído esta pregunta en piscinas y playas durante el verano? A lo que nosotros llamamos comúnmente "corte de digestión" científicamente recibe el nombre de hidrocución, y no tiene tanto que ver con la comida como se piensa. Este fenómeno es consecuencia de un cambio brusco de temperatura de la piel cuando contacta con el agua fría. Este cambio térmico produce una reacción cardiovascular con una disminución de la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar náuseas, vómitos, mareos e incluso pérdida de conocimiento.
El corte de digestión se puede producir cuando la temperatura del agua está especialmente baja o cuando la del cuerpo es muy alta. Por lo tanto, es más probable que ocurra después de hacer ejercicio físico o tras estar mucho tiempo expuesto al sol, ya que el cuerpo pasa de estar 40ºC a 20ºC en unos segundos. Por eso, es más frecuente el niños, ya que suelen estar jugando al sol y a continuación se zambullen en el agua. Sin embargo, los especialistas destacan que es más probable sufrir un corte de digestión después de comer, ya que la sangre se acumula en el aparato digestivo y llega menos sangre a las otras partes del cuerpo.
Por lo tanto, lo más recomendable es entrar en el agua poco a poco, mojándose primero la cabeza, y nunca tirarse de golpe.
En el caso de sufrir un corte de digestión, lo mejor es mantener reposo digestivo durante unas horas, pero si los síntomas son exagerados y se mantienen el mareo y los vómitos se aconseja acudir a un centro sanitario.
Fuentes:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/07/13/noticias/1342182665.html
http://www.tuotromedico.com/temas/corte_digestion.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario