sábado, 28 de noviembre de 2015

LA VERDAD DE LA LECHE MATERNA

Es uno de los de los puntos más controvertidos de la maternidad: dar o no pecho al bebé, y hasta que momento es recomendable hacerlo es un tema debatido durante décadas. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la mejor vía de alimentación que puede recibir el bebé durante sus seis primeros meses de vida. Estudios recientes prueban que participa en la regulación del metabolismo de los bebés recién nacidos y mejora su crecimiento y perfil metabólico. Y también contribuye al desarrollo de su sistema inmune.




Sin embargo, un estudio realizado en 2013 por el  Instituto Nacional de Estadística,  a las seis semanas de nacer el bebé el 66% se alimenta exclusivamente de leche materna. A los tres meses este  porcentaje se reduce al 53%,  y a los seis meses de vida del niño sólo el 28% es alimentado por lactancia exclusivamente. 

Estos porcentajes pueden deberse a diversos mitos asociados a este tema:

Por ejemplo, es común creer que los pechos pequeños no producen suficiente leche. La realidad es que las cantidades de leche producidas no tienen nada que ver con el tamaño del pecho; ya que el mayor o menos tamaño depende de la grasa, y no de los conductos encargados de expulsar la leche materna.  

También es común escuchar que una vez regresa la menstruación, es el momento de poner fin a la lactancia. Esto es también un mito, la producción de leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas. Del mismo modo el estrés no  puede 'cortar' la leche, la producción de la misma se mantiene regular y perfectamente consumible mientras haya estimulación.

Tampoco es cierto que consumir más leche ayude a generar más leche materna. La producción de leche aumenta o disminuye en función del vaciado del pecho, no de los alimentos que se toman. Además, la leche materna es muy distinta de la leche que consumimos los adultos.

Tener los pezones planos o invertidos hace imposible dar el pecho. Otro gran mito de la lactancia. Por un lado, los pezones van sufriendo cambios al final del embarazo y durante la lactancia; por otro, los bebés no se enganchan sólo del pezón, sino de una buena cantidad de pecho que puede abarcar toda la areola, según el tamaño de la misma. No obstante, si existe dificultad, se debe buscar la ayuda de un profesional experto en lactancia.

Además, aunque se tenga la sensación es extremadamente extraño que los pechos de una madre no produzcan leche suficiente para alimentar correctamente a su bebé. Sin embargo, si se da el caso o se considera adecuado, es normal comenzar a emplear suplementos y preparados de biberón. Este hecho hace que muchas madres se sientan culpables o que se preocupen por que su bebé sufra un lento desarrollo o su sistema inmune se debilite. Los beneficios de la leche materna son, como ya comentábamos, indudables y muy numerosos; y es recomendable dar el pecho durante el mayor tiempo posible; pero no supone ningún riesgo para la salud del bebé necesitar complementar su alimentación con biberones. Por el contrario, es lo más normal, como veíamos gracias a los datos del Instituto Nacional de Estadística al comienzo del post.









Fuentes:
http://www.abc.es/salud/noticias/20150910/abci-lactancia-materna-desarrollo-201509101704.html
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/04/30/mujer/1367346808.html
http://www.abc.es/salud/noticias/20140904/abci-sistema-inmune-lactancia-201409031728.html
https://guiadelactanciamaterna.wordpress.com/dificultades-mama/problemas-de-produccion-de-leche/

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