El virus de inmunodeficiencia humana, mayormente conocido como el VIH , actúa acabando con las células del sistema inmunitario de nuestro cuerpo (en particular ataca a las células células T CD4 positivo [CD4+] o células T auxiliares, un tipo de glóbulo blanco vital para combatir las infecciones); destruyendo así de forma progresiva la capacidad de nuestro organismo para combatir infecciones.
Además, el VIH es el origen del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, ya que el SIDA es la etapa más avanzada de la infección por el virus. El VIH se puede transmitir a través del contacto sexual, agujas o jeringas contaminadas.
Es muy común creer que una mujer infectada por el VIH no puede tener hijos sanos. Sin embargo, la realidad es mucho más complicada que eso.
Es cierto que el VIH puede transmitirse de madre a hijo, durante el embarazo o a través de la leche materna. Un recién nacido cuya madre esté infectada tiene entr un 15 y un 30% de probabilidades de contraer el virus si su madre no lo amamanta tras el parto, si los primeros meses de vida se alimenta de leche materna esta probabilidad aumenta hasta un 50%.
Sin embargo, estamos hablando de situaciones en las que no se realiza ninguna intervención para evitar este contagio. Hoy en día, las estrategias de prevención reducen las probabilidades de que el hijo de una madre con VIH contraiga el virus a menos de un 2%. Es decir, una mujer con VIH puede tener hijos sanos.
Para esto, hay que tomar una serie de precauciones, comenzando por hacerse una prueba del VIH para asegurarse de tomar las medidas adecuadas en caso de estar infectada. Existen medicamentos tanto para la madre como para el bebé, que se deben tomar durante el embarazo, el parto y administrar al niño durante las primeras semanas de vida.
Además, si se tiene VIH es fundamental recordar que no se debe amamantar al bebé, sino alimentarlo con preparados, ya que el virus se transmite a través de la leche materna.
Es cierto que el VIH puede transmitirse de madre a hijo, durante el embarazo o a través de la leche materna. Un recién nacido cuya madre esté infectada tiene entr un 15 y un 30% de probabilidades de contraer el virus si su madre no lo amamanta tras el parto, si los primeros meses de vida se alimenta de leche materna esta probabilidad aumenta hasta un 50%.
Sin embargo, estamos hablando de situaciones en las que no se realiza ninguna intervención para evitar este contagio. Hoy en día, las estrategias de prevención reducen las probabilidades de que el hijo de una madre con VIH contraiga el virus a menos de un 2%. Es decir, una mujer con VIH puede tener hijos sanos.
Para esto, hay que tomar una serie de precauciones, comenzando por hacerse una prueba del VIH para asegurarse de tomar las medidas adecuadas en caso de estar infectada. Existen medicamentos tanto para la madre como para el bebé, que se deben tomar durante el embarazo, el parto y administrar al niño durante las primeras semanas de vida.
Además, si se tiene VIH es fundamental recordar que no se debe amamantar al bebé, sino alimentarlo con preparados, ya que el virus se transmite a través de la leche materna.
Fuentes:
http://www.lavanguardia.com/vida/20071201/53414857496/los-afectados-por-el-vih-pueden-tener-hijos-sanos-de-modo-natural.html
https://www.nichd.nih.gov/espanol/salud/temas/hiv/informacion/Pages/evitar.aspx
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