miércoles, 25 de noviembre de 2015

MITOS Y VERDADES DE LA LECHE

Hasta hace relativamente poco, la leche era la bebida con mejor fama del mundo y formaba parte esencial de los desayunos de los niños de los países occidentales, ya que ésta, aportaba calcio, vitamina D y proteínas. Pero en los últimos tiempos la leche pasó a ser la última opción donde conseguir calcio o vitaminas, debido a un aumento exponencial de casos de intolerancia a la lactosa. 
Cada vez se encuentra más extendida la idea de que la leche no está hecha para los adultos, disminuyendo así el consumo de leche en España aproximadamente un 15%.
Lo cierto es que el origen geográfico influye en la posibilidad de ser intolerantes a la lactosa. Por ejemplo, en Finlandia abundan casos de intolerancia congénita. 
Pero, ¿Qué ocurre con España?. El doctor Federico Argüelles, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) calcula una prevalencia de entre el 20 y el 40%. 
Sin embargo, no cabe duda de que nos preguntamos ¿de verdad sirve la leche para algo?. Dejando a un lado la controversia sobre la intolerancia a la lactosa, cada vez más estudios relativizan la importancia de la leche, y sin negar sus virtudes, señala que quizá sea menos imprescindible en nuestra dieta que lo que pensábamos. Uno de los detractores más relevantes de los productos lácteos es la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que en su guía de nutrición recuerda que si bien el calcio es importante en nuestra dieta, la leche no es la única ni la mejor fuente posible.
Por lo tanto, ¿Qué alternativas propone?. Pues bien, las acelgas, la col, las nueces, la soja, las judías, el brócoli u otras verduras que también proporcionan grandes cantidades de vitamina D y calcio.
Aunque el calcio en teoría ayuda a reforzar los huesos, cada vez más estudios ponen en duda que sea buena en todos los casos. Por ejemplo, una investigación publicada en JAMA Pediatrics, que pone de manifiesto que los niños que viven en países donde se consume menos leche suelen sufrir menos fracturas. La mejor manera de conseguir unos huesos fuertes, recomienda la guía de Harvard, es hacer ejercicio y mantener un estilo de vida saludable, no beber leche sin parar.
Además, esta misma guía recuerda que la vitamina D y las proteínas pueden ser obtenidas de otras fuentes, como los zumos o la leche de soja para la primera y las judías y los huevos para las segundas. La leche incluso puede llegar a ser contraproducente para las huesos, como señaló la investigación publicada en Annals of Internal Medicine. El estudio concluyó que consumir altas cantidades de vitamina A (retinol) puede dañar los huesos, por lo que la guía de la Escuela Médica recomienda tener cuidado con la leche fortificada, los cereales de desayuno o las barritas energéticas.
No nos olvidemos de que la leche tiene altos contenidos de grasa, por lo que cantidades demasiado elevadas pueden conducir ala obesidad.
Por último, en cuanto a la relación del cáncer y la leche, estudios como la investigación de la Sociedad Americana del Cáncer encabezada por Pete Campbell y publicada en el Journal of Clinical Oncology, observan que una dieta rica en leche puede alargar vidas de los que sufren cáncer de colon. Sin embargo, otros estudios concluyen en que las hormonas que se encuentran en la leche, especialmente los estrógenos que se trasmiten a través de las vacas embarazadas, pueden influir en la aparición de cánceres como el de próstata, de ovarios y de pecho.
En conclusión, la leche como cualquier alimento tiene sus beneficios y sus contras. Sin embargo, está bien saber que muchas de las propiedades que posee la leche podemos encontrarlas en un gran número de verduras.

Fuentes:
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-02-03/mitos-y-verdades-sobre-los-lacteos-por-que-la-leche-puede-perjudicar-tu-salud_630175/

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